También conocido como enfermedad de Méniére, es un trastorno crónico del oído interno de origen desconocido provocada por un exceso de endolinfa, líquido que circula por el oído y que, en este caso, no se reabsorbe correctamente. En España padecen esta enfermedad 3 de cada 1000 personas y es más común en adultos de entre 40 y 60 años.

Debe su nombre a su descubridor, el médico francés Prosper Méniére que relacionó en 1861 los síntomas vertiginosos con el oído, descubriendo así lo que denominó «triada de la enfermedad de Méniére«:

  • Vértigos: sensación de movimiento o giro de los objetos de nuestro alrededor, muchos casos va acompañado de otros síntomas como nauseas, sudores o alteración de la visión. Con una duración de entre 20 minutos a 12 horas, en la mayoría de los pacientes, la iniciación de la crisis suele precederse de algún síntoma que la anuncia como puede ser presión en el oído.

  • Acúfenos: también conocido con el nombre de tinnitus, consiste en la percepción de sonidos que no proceden de fuentes externas.

  • Hipoacusia:pérdida de audición,en mayor o menor grado, que puede darse de manera unilateral o bilateral. Al comienzo de la enfermedad la pérdida de audición suele ser fluctuante y acompañarse o no de vértigo. Posteriormente va siendo cada vez mayor,afectando al oído contralateral en apróximadamente un 20% de los pacientes,siendo la mejoría auditiva cada vez más difícil.

Un médico ORL, será el encargado de diagnosticar esta enfermedad, llevando a cabo algunas pruebas médicas, como la otoscopia o la exploración vestibular. También podrá llevar a cabo una valoración neurológica, para excluir otras causas de vértigo, como el neurinoma del acústico.

Respecto al tratamiento para el síndrome de Méniére, el paciente deberá llevar a cabo varios cambios de hábitos como por ejemplo reducir el consumo de sal, cafeína, alcohol y nicotina. A pesar de no existe nada para su cura, en el 85% de los casos, con un tratamiento farmacológico se podrán controlar las crisis, siendo estas menos frecuentes, mas cortas y menos intensas, pudiendo el paciente desarrollar sin limitación sus actividades cotidianas.

Aproximadamente el 15% de los pacientes no responden al tratamiento médico para el vértigo. En estos casos se probará una medicación intratimpánica que se introduce en el oído interno a través del tímpano, previamente anestesiado. Si estos tratamientos fracasan y el paciente sigue padeciendo crisis vertiginosas, se indicará un tratamiento quirúrgico.

La cirugía tiene los mejores resultados a corto y largo plazo, sin embargo sólo debe hacerse en casos unilaterales con incapacidad social y/o laboral severa (crisis intensas y frecuentes).

Podemos diferenciar dos tipos de operaciones; La que conservan la audición( recomendada en pacientes con audición útil aunque sea con audífono) y las que no conservan la audición.

Siempre que sea posible, se conservara la audición, aunque esta no sea muy buena, pues como dijimos anteriormente, en aproximadamente el 20% de los pacientes la enfermedad afecta al otro oído a medio o largo plazo.

Los audífonos serán indicados en la sordera de la enfermedad de Méniére, bien de forma unilateral o bilateral, requiriendo antes de la adaptación protésica, un estudio completo audiológico y audioprtésisco.

Por último, si eres uno de los afectados de esta enfermedad, te recomendamos que visites la aplicación Méniére, que te permitirá llevar a cabo un registro y control diario de los síntomas, generar informes para ver la evolución, compartir datos y acceder a diferentes recursos para conocer mejor la enfermedad.

Como especialista en audiología, te aconsejo que realices una revisión audiológica periódica, así como prestar máxima atención a cualquier factor que pueda parecerte un síntoma del desconocido Síndrome de Méniére.

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