Aunque el uso de audífonos corrige la pérdida auditiva, si se ha pasado mucho tiempo sin oír, volver a hacerlo puede ser una experiencia difícil. Por este motivo, la rehabilitación auditiva debe formar parte del proceso.

¿Qué es la rehabilitación auditiva?

Es el entrenamiento que le permitirá al paciente entender los estímulos sonoros. Su objetivo es desarrollar las habilidades auditivas no adquiridas durante la infancia o aquellas que se han perdido tras la hipoacusia.

En este proceso deben participar diferentes especialistas, entre los que se encuentran audiólogos, fonoaudiólogos, logopedas y otorrinolaringólogos. También será fundamental el compromiso del paciente y de su familia. Cuando se recupera la audición después de mucho tiempo sin oír, es posible que algunos sonidos nos resulten confusos o incómodos.

En el caso de los pacientes con hipoacusia prelocutiva (perdida antes de adquirir el lenguaje), adaptarse puede ser más difícil.

A pesar de que son muchas las ventajas de los audífonos, el proceso de adaptación es uno de los motivos por los que los pacientes renuncian a su uso. La rehabilitación auditiva es importante para que el paciente pueda aceptar, adaptarse y aprovechar la ayuda auditiva.

Para facilitar el proceso de rehabilitación auditiva, es necesario que el audífono esté adaptado de forma correcta. 

La rehabilitación auditiva se realiza a través de un entrenamiento progresivo que consiste en cuatro etapas.

  • Detección: identificar los sonidos, reconocer voces, localizar los sonidos, etc.
  • Discriminación: sonidos, palabras o fonemas parecidos.
  • Reconocimiento: identificar los sonidos.
  • Comprensión: de las palabras o frases en las conversaciones, en presencia de ruido, llamadas telefónicas, etc.

En el caso de los niños, la rehabilitación auditiva se relaciona con el estado en el desarrollo del lenguaje donde se encuentre el niño. Es importante estimular tanto el desarrollo del lenguaje como fortalecer su audición.

A los más pequeños, es recomendable narrarles las actividades en las que participan, como el baño o el cambio de pañal. Las rutinas son ideales para fortalecer la memoria auditiva, ya que están llenas de instrucciones. Además, también se recomienda el uso de onomatopeyas para que aprendan a identificarlas y repetirlas.

En cuanto a los adultos que han perdido la audición, recuperarla puede implicar tener que “reaprender” a escuchar. Además, hay que aprender a utilizar el audífono de la mejor manera posible para aprovechar todas sus ventajas.

Para ejercitar la audición, es recomendable empezar detectando sonidos comunes, como el golpe de las puertas o el pitido del microondas. Luego, hay que intentar discriminar esos sonidos; es decir, identificarlos y diferenciarlos unos de otros.

La rehabilitación auditiva es clave para que el paciente no abandone el uso de los audífonos. Además, tiene otros beneficios:

  • Optimiza la adaptación del audífono, ya que es el primer paso de la rehabilitación auditiva. El paciente podrá escuchar frecuencias altas y bajas sin ninguna molestia.
  • Durante el entrenamiento se aprende a identificar sonidos, lo que mejora la discriminación e identificación de los sonidos cuando se dan de forma natural.
  • Entendimiento auditivo estable en presencia de ruidos. Se entrena al paciente para procesar las señales sonoras según el ambiente en el que está, lo que facilita las conversaciones.

Con todo lo anterior, se consigue un mejor aprovechamiento de los audífonos, lo que mejora la comunicación interpersonal del paciente y con ello su calidad de vida.


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