¿Qué son esas moscas o puntos negros que tengo? ¿Es peligroso? ¿Hay alguna forma de quitarlas? Estas preguntas son muy frecuentes en nuestra consulta… Vamos a intentar dar respuesta a todas ellas.

Empezamos por unas nociones básicas de la anatomía de nuestro ojo. Para hacerlo simple, vamos a decir que nuestro ojo es como una pelota hueca y sus paredes internas constituyen la retina, donde recibimos las imágenes que desde ahí se transmiten al cerebro. La cavidad interior del ojo ni está vacía ni llena de aire, sino que lo rellena un líquido viscoso llamado humor vítreo o cuerpo vítreo que se adhiere a la retina por múltiples puntos.

El humor vítreo es un líquido gelatinoso y transparente que mantiene la forma del globo ocular. Está compuesto en un 99% por agua y el resto son pequeñas partículas como proteínas, glucosa o colágeno. Aunque en la etapa embrionaria tiene una función clave, tras el nacimiento deja de tenerla, solo debe permanecer transparente para dejar que la luz pase hasta la retina.

Y aquí es donde entramos en materia, con el paso del tiempo el vítreo tiende a envejecer y deteriorarse. Va perdiendo agua y consecuentemente algunas zonas se licuan y otras se condensan en forma de grumos o filamentos. Si estos desechos se acumulan, quedan en suspensión proyectando una sombra en la retina que nosotros vamos a percibir como esos puntos negros, manchas o hilitos. Es lo que se denomina como miodesopsias o comúnmente “moscas volantes”.

Si las moscas volantes aparecen de forma brusca y numerosa, descrito a veces como una telaraña que ocupa gran parte del campo visual, y sobre todo si se acompañan de destellos luminosos, debemos acudir a urgencias para descartar un desgarro en la retina o un desprendimiento. El desprendimiento de vítreo no es grave en si, el problema surge cuando tira de la retina produciendo su desgarro, que se debe tratar de forma urgente para que no se produzca un desprendimiento de retina completo.

Debemos tener en cuenta que al mover la vista los puntos negros no se quitan ni desaparecen, porque están en nuestro ojo. Aunque habrá momentos en que los veamos y momentos en que no. Normalmente, con el tiempo los vemos con menos frecuencia, aunque puede persistir períodos largos.

En conclusión, las moscas volantes no deben preocuparnos, pero el desprendimiento de vítreo debe ser revisado de forma urgente. La edad avanzada, la miopía, la cirugía de catarata y los traumatismos oculares son los principales factores de riesgo. Esperamos haber aclarado todas vuestras dudas.

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